Cuenta una leyenda ancestral que una noche sin luna y sin estrellas un hombre descubre el fuego y al intentar preservarlo mediante una antorcha se convertía en un guía que resguardaba para toda la especie humana, el conocimiento y la virtud de las artes mas nobles; la música y la poesía. De generación en generación el encargado de mantener viva esa llama sagrada, pareciera ser el mismo en todas las edades y hoy después de tanto tiempo vivido y sufrido, el símbolo perdura y la leyenda continúa...